Comenzar una dieta es el propósito de muchas personas y el objetivo de realizarla puede ser de muy diversa índole. Están quienes la hacen simplemente por una cuestión estética, mientras que otros la llevan a cabo con el objetivo de mejorar la salud.

En cualquier caso, independientemente de la motivación, lo cierto es que debemos tener en claro que los resultados no van a llegar de la noche a la mañana y que para lograrlos es necesario que nos armemos de paciencia, que tengamos un plan perfectamente estructurado y que seamos capaces de seguir con disciplina.

La dieta antiinflamatoria que las personas mayores de 50 deben seguir para mejorar su estilo de vida

Siempre lo más recomendable es acudir al médico para que sea quien nos dé las pautas a seguir en función de nuestro punto de partida y circunstancias. El problema es que, en muchos casos, creemos poder hacer solos una dieta y es uno de los principales errores en los que incurrimos porque es habitual no saber cómo afrontar el proceso correctamente.

Qué le pasa al cuerpo cuando hacemos dieta y no ejercicios, según la ciencia

Perder peso puede parecer algo relativamente sencillo, lo que es complicado es mantener esa pérdida en el tiempo. De hecho, según algunas investigaciones, menos de un 10% de los que inician una dieta pesan menos al cabo de los años y eso puede deberse a varios motivos, pero uno de los fundamentales es que conseguir mantenerse en un estado de déficit calórico, básico para eliminar grasa y perder peso, es sumamente difícil si el ejercicio no se incluye en la ecuación.

Intentar adelgazar sin incluir la actividad física entre nuestros hábitos es posible, pero no es saludable porque también se pierde masa muscular y la principal consecuencia es que lo más probable es que se acabe produciendo el temido efecto rebote, recuperemos el peso y encima esos kilos recuperados sean de grasa y no de músculo.

Diversos estudios, entre ellos uno publicado en International Journal of Obesity, afirman que la actividad física permite aumentar en un 20% la pérdida de peso mientras reduce notablemente la probabilidad de recuperarlo. Por lo tanto, la combinación de dieta y ejercicio es el enfoque más adecuado para que el proceso de adelgazamiento sea un éxito y mucho más que si se hace sólo ejercicio o sólo dieta.

Cuál es la receta para perder peso

Si lo que se pretende es perder peso, lo más recomendable es seguir una alimentación saludable sin que sea excesivamente extrema y combinar el entrenamiento de cardio con el de fuerza. Una investigación publicada en BMC Public Health demuestra que combinando ambos se puede llegar a perder el doble de grasa que si se opta por uno solo de ellos.

Entonces, lo ideal es una dieta equilibrada y un entrenamiento que mejore la aptitud cardiorrespiratoria y le otorgue al músculo la importancia que merece. Si implementamos esta estrategia y logramos mantenerla en el tiempo no sólo lograremos adelgazar, también se acabará convirtiendo en un hábito y llevaremos un estilo de vida saludable.